domingo, 23 de septiembre de 2007

Frase maldita

Lo que no mata engorda

jueves, 6 de septiembre de 2007

Polenta


La polenta antes era cosa de pobres. Ahora es recool. Y se la come de muchas formas. Una vez, mi camarada y plagiador, el Gato Dumas, hizo una receta simple: pollo asado y polenta con salsa de tomate y albahaca fresca. Una maravilla. Este alimento es más cool si se la hace dura, tipo tapa. Una receta del cocinero italiano Ennio Carota es con la polenta bien espesa, se deja enfriar sobre una chapa o un mármol, se la corta en cuadros y se la mete en el horno. La gracia está que encima lleva hongos, mozzarella, ajo y perejil (el perejil es de mi autoría). Los hongos pueden ser los que quieran. En este caso, unos que me trajeron de Europa, boletus y fungi porcini. Antes de montar los cuadrados se saltean los hongos hidratados y el ajo en manteca, y luego se le echa un poquín de vino blanco.
No se porque en Argentina no hay tanta afición a los hongos. A muchos les parecen asquerosos. En la foto se ven algunos con salsa de tomate y mozzarella justamente por ese mismo asco. Hay que imponerlos. Un día me explayaré en el tema.

Piel de pollo


Estaba viendo que el pollo aumentó una tonelada de números, y la locutora de TN bromeaba diciendo que sólo se puede comer las alitas, la piel y los huesos. Debo decir que la piel es la parte más deliciosa del pollo. No conviene comerla muy seguido porque pueden producir un embotellamiento en las arterias. Pero imaginemos que no produjeran ningún mal y que los nutricionistas hubieran muerto todos en una gran hoguera.
La piel del pollo luego de ser rostizado es deliciosa. Es más, lo mejor es sacársela cuando está cruda aún, ponerla en una plancha o una sartén, dejar que suelte toda su grasa y se ponga bien crocante. Luego se le pone sal a gusto y es un plato digno de los Dioses del Olimpo.
Una buena idea sería asociarse a una pollería, comprarle las pieles, cocinarlas y venderlas como si fueran porciones de pizza, en un cartoncito para agarrarlas. ¡Compre sus pieles de pollo, crocantes, saladitas! Después, seguramente, vendrían las versiones con aderezos. Oficinistas y estudiantes comiendo eso al mediodía. Al mes terminan todos internados. Pero no importa, la piel de pollo crocante es un plato que ningun buen gourmet puede dejar de probar. A ver cuando se pone de moda.

martes, 28 de agosto de 2007

Algunos consejos de la buena mesa


En Apuntes de cocina, Leonardo Da Vinci da algunos consejos para no quedar mal en su cena con amigos, familiares y/o socios. A prestarles mucha atención porque hacen la diferencia entre un buen citadino y un Neanderthal.

No deberá poner su pierna encima de la mesa.
No pondrá su cabeza en el plato.
No limpiará su cuchillo en la ropa del vecino.
No hará caras feas ni girará los ojos.
No hará modelos, ni nudos, ni encenderá fuego sobre la mesa (a no se que se lo pida Mi Señor)
No limpiará su armadura en la mesa.
No pondrá comida de la mesa en su bolso, para comerla después.
Deberá abandonar la mesa si está por vomitar.
No soltará sus pájaros en la mesa.
Así como tampoco escarabajos ni víboras.
No se tirará encima de su vecino en tanto esté sentado a la mesa.

domingo, 26 de agosto de 2007

Pan de cerveza

Se colocan 20 gramos de levadura en un poquito de agua tibia con una pizca de azúcar y se deja 10 minutos hasta que sea active. Luego se mezclan medio kilo de harina, una cucharada de sal, la levadura, 20 gramos de manteca blanda, tres cucharadas de aceite, una cucharada de ajo asado, dos cucharadas de romero. Se agregan 125 c.c. de cerveza rubia y unos 120 c.c. de agua tibia. Se amasa bien, se deja levar el doble, más o menos. Luego, se vuelve a amasar, se hace un chorizo con la masa y se enrosca como un espiral. Se pone en un placa enmantecada y se deja levar nuevamente. Se cocina una media hora a 200 grados. La mezcla de la cerveza, el ajo y el romero es perfecta. Yo le di pocas vueltas al espiral y salió con una forma extraña. Igual el gusto es el mismo.


lunes, 20 de agosto de 2007

Asado con quebracho

Me gusta más hacerlo que comerlo.

domingo, 19 de agosto de 2007

Omelette desenvuelto u omelette que no se puede doblar por culpa de la costra


Según la cantidad que se quiera comer. Batir un par de huevos. Salpimentar. Agregar romero, poquito porque puede ser fuerte. Echar la mezcla en una sartén con aceite, que esté bien caliente. Cuando la mitad esté cuajada echarle encima una o dos aceitunas verdes en trocitos y abundante queso rallado. Cuando esté más espeso y durito, dar vuelta con una espátula, con cuidado, y dejar un minuto del lado del queso para que se forme una capita crocante. Queda mejor que esta quede mirando hacia arriba en el plato. No se, digo yo. El tiempo de crostización es según el gusto, más o menos quemadito. Pero tampoco que el queso no se ponga hecho un carbón, sino sería una carbonada.